Edad Moderna pelaya


NUEVOS POBLADORES

Durante los primeros siglos de vida de Pelayo llegó gente de todas partes de la provincia, trayendo consigo sus apellidos toponímicos. Éstos fueron los de Embid, Villaverde del Ducado, Salmerón y Miralrío.

Embid es actualmente un municipio del Señorío de Molina-Alto Tajo, casi en Zaragoza, y se caracteriza por su castillo. Este apellido significa "ambite" o "repecho", debido a que la fortaleza de este sitio está sobre una colina. Comparte la primera posición como apellido más frecuente del pueblo junto con Herraiz. 

Villaverde es un apellido que vendría del pueblo de Villaverde del Ducado, actualmente como pedanía perteneciente al municipio de Alcolea del Pinar, en la comarca de la Serranía Norte de Guadalajara. El apellido del pueblo "del Ducado" haría referencia al Ducado de Medinaceli en Soria, con el que se encontraría casi fronterizo. 

Salmerón proviene del lugar homónimo al sur de la provincia de Guadalajara, en la Alcarria limitando con Cuenca. De hecho, un municipio que se desprende de él, Salmeroncillos -compuesto por los núcleos urbanos de Salmeroncillos de Abajo y Salmeroncillos de Arriba- forma parte de la provincia de Cuenca. Las gentes que procedían de Salmerón eran importantes en la zona del Alto Tajo, pues es causa toponímica de algunos lugares como el Camino de Salmerón en Huertapelayo o el Vado de Salmerón en Zaorejas. Fue una familia grande e importante en Pelayo, pero debido a que en la primera mitad del siglo XX casi todos los que nacieron con este apellido fueron mujeres éste se ha ido perdiendo. La palabra "Salmerón" significa "variedad de trigo de espiga grande y retoña poco", pues el lugar se encuentra en una gran zona de cultivo de secano, aunque otros sostienen que significa "bajo la loma", pues es cierto que el pueblo se sitúa bajo una colina. 

Finalmente se dice que, del pueblo de Miralrío, en la comarca de la Alcarria de Guadalajara, viene el apellido Portillo. El testimonio de algunos pelayos es la fuente más fiable que tenemos, pues "Portillo" es un apellido frecuente por toda la geografía española al significar "puerta pequeña". 

Otros apellidos conocidos en el pueblo son Fraile, Villalba (que proviene del pueblo de Arbeteta según las partidas bautismales recogidas en el Archivo Diocesiano de Sigüienza) y Sampedro, del que encontramos el lugar toponímico del Puente de San Pedro en Zaorejas sobre el río Tajo, un buen lugar de ocio para bañistas, pescadores y lugar de exhibición de la costumbre ganchera.


LA NUEVA IGLESIA

El pueblo se mantuvo con estas nueve familias (contando también con los Herraiz y Martínez) hasta principios del siglo XX, pero al llegar las últimas, el núcleo urbano sufrió un incremento de habitantes y por tanto, la iglesia que se encontraba sobre el Tesillo y bajo el camino de los Toriles se había quedado pequeña para acoger a tanta gente, además de haber sufrido los estragos del tiempo y que la Piedra de la Cadena amenazaba con caer sobre la pequeña iglesia del pueblo. Fue el 30 de febrero de 1744 -fecha curiosa al ser que febrero tiene 28 o 29 días- se pidió consentimiento para construir una nueva iglesia como se recoge en el siguiente documento recopilado por Marta Embid Ruiz y facilitado por el sacerdote don Rafael:


Junta y obligación de los Vecinos de Huerta Pelayo a favor de la iglesia Parroquial de dicho lugar (30 de febrero de 1744) 
Sepan cuantos corresp.a escriptura de obligación vienen como nos a concejo Justicia y Regim.to de este Lugar de Huerta Pelayo estando juntos y congregados en las casa de Ajuntam.to; Al son de campana tañida, como tenemos de uso y costumbre a nos juntar para tratar y conferir las cosas tocantes y pertenecientes al bien p.co y utilizar de esta República y del Culto Divino; especial.m.te; los Señores Fran.co Herranz Ibáñez, Benito Herranz, Manuel Herranz Azañón Alcaldes pedáneos de este dicho lugar por su Mag. d ( Dios leg de ) Joseph Herranz y Joseph Villaverde regidores Jurados y Diputados de este aiuntam.to; todos con voz y voto en él; Asimismo Carlos Embid, Matheo Portillo, Fran.co Portillo, Miguel Portillo, Pascual Herranz, Eusebio Herranz, Domingo Herranz, Joseph Ibáñez, Benito Herranz, Manuel Herranz Ibáñez, todos vecinos de este dicho lugar por nos y en nombre de todos los demás vecinos de este dicho lugar por nos y en adelante fueren por quienes prestamos voz y canción de Nato grato manentepacto en forma so expresa oblig.on, que haremos de nuestros bienes y de las rentas y propios de este concejo.

Decimos que así; que por quanto por parte del Sr. Dn, Fran.co Fernz de Quintanilla Vicario perpetuo de la Parroquial de la Villa de Armallones y de este su anejo, se nos a pedido y suplicado que para aiuda a hazer la Iglesia Parroquial de este dicho lugar le favoreciésemos los vecinos a acudir con todos los materiales así madera, cal, cantos, yeso y todos los demás materiales que fuesen necesarios para dicha obra, por hallarse dicha parroquia mui denonada y amenazar una fatal ruina; y por obiar estos y otros muchos inconvenientes que pueden resultar no executarse la referida obra, se nos pidió todo lo dicho, y ponemos vista otra súplica y vencer justa y que todo se conduce a nuestro aumento y bien. De esta república y del culto Divino lo hemos tenido por bien; por tanto en aquella vía y forma que mejor podemos y aia lugar endao.l; todos juntos de mancomun a voz de uno y cada uno de nos is solidum y de nuestros bienes tenidos y obligados por el todo; renunciado como expresam.te, renunciamos las leies de Duobus Reis de Bendi vel catipulandi y la auténtica presente hotcita de fidei insoribus y la Divinum y exclusión de la mancomunidad como en ellas y en cada una de ellas se contienen; Nato de lo qual y de un acuerdo.

Voluntad otorgamos y conocemos por esta presente carta que nos obligamos de Nato de la ora mancomunidad a asistir con tres peones todos los días que fueren necesarios para hazer la otra iglesia por todo el tiempo que durante la precitada obra, y también a tener aprontados todos los materiales así de madera, cal, yeso y cantos y todos los demás peltrechos conducentes a dicha obra, con tal que si por falta y omisión nuestra de dichos materiales se estuviesen los oficiales y maestros que executasen dicha obra sin trabajar hemos de ser obligados y nos obligamos a pagarles todos los jornales y salarios que perdieren por el tiempo que no trabajaren por nuestra omisión; Asimismo nos obligamos a sacar la piedra de la calera iudar a armarla y quemarla y a todas las que si necesitasen a hacer hasta el cumplim.to de todo lo referido nos obligamos de Nto de la dicha mancomunidad y de un acuerdo y voluntad con nuestras personas y bienes inmuebles y raízes unidos y por aner y las rentas propios de este concejo y para su apremio damos todo nuestro poder cumplido a las Justicias y fuerzas de su Mg de qualquiera partes que fueren ser reconocidos y juzgados como si de allí fueramos vecinos y donde digamos [...] por el uso propio Jurisdicción Domicilio y Vecindad y la ley sit combenerit juridiccione ommium indicium y la General y otros de ellas en forma y de la madera dichas, así los Decretamos y otorgamos ante el presto Ssno, fiel de fechas y juzgado de este dicho Lugar de Huerta Pelaio, en él a treinta días de mes de Febrero de mil setecientos quarenta y quatro años siendo testigos el señor Dn. Fran.co Moreno teniente de cura de esta Parroquial, Luis Fernz y Pedro Ibáñez, Vecinos y Naturales de este dicho lugar y lo firmo en el que dejo saber y por que no un testigo a su ruego que yo el es. No fiel de fechas lo certifico como también conocer a todos los otorgantes: Fran.co Eras Ibáñez Eusebio Herraiz Joseph Villaverde por su madre Joaquín García Ass.mo de fechas A ruego i por todos los que no supieron firmar Diego Acero.

Siendo ésta la respuesta que autorizaba a la construcción de la nueva iglesia:

Carta del Párroco Don Francisco Fernz de Quintanilla (20 de Marzo de 1744) 
Aviento visto yo Dn. Fran.co Fernz de Quintanilla Vicario perpetuo de la iglesia Parroquial de Armallones y de esta de Huertapelaio la obligación antecedente y que por ella consta obligación de los vecinos de dicho lugar a afrontar todos los materiales necesarios para la obra de dicha parroquia y más aún a contraer peones diariamente, a dicha obra como consta de la referida obligación a la que me remito; y considerando que se esfuerzan bastante los referidos vecinos por contemplar están todos mui pobres y para cumplirles el deseo y buena voluntad que tienen en ver executada dicha obra; me ha parecido el pedir y suplicar al Illmo. Señor Dn. Joseph Florez Osorio obispo de Cuenca tenga por bien de concederme su permiso y licencia para executar dicha obra y suplir su coste de las rentas que tiene dicha parroquia; y así puesto a los pies de dicho Sr. Illmo. Con el rendimiento debido pido [...] De darme licencia para hacer dicha obra y suplir su coste de caudal y rentas que hubiere dicha fábrica que aciendolo así se executara y redificara con prontitud y con más conveniencia porque de otra forma sería mui costoso y los caudales que ay aorrados se gastarían todos en hazer dilixencias de Mantgeos y Posturas; favor que espero de V.Sª Illma. Fiado en la mucha caridad con que favorece a los pobre súbditos.

Dios g. de a V.S. Illma, m.s, a.s, Huerta Pelaio y Marzo 20 de 1744.

Se documenta entonces que originalmente la Parroquia de Huertapelayo era dependiente de la de Armallones y ambas pertenecían al Obispado de Cuenca.


Carta del Obispo de Cuenca Don Joseph Flórez Ossorio (18 de Junio de 1744) 
En la ciudad de Cuenca a diez y ocho días del mes de Junio de mil sette.tos quarenta y cuatro años: el illmo Sr Joseph Florez Ossorio obpo. De Cuenca mi Sr en vista de su escrip.ra de obli.on anzer.te hecha por lo vec.os de Huertapelayo, Anejo de Armallo.es pª la Fábrica de nuestra Ig.a y la suplica que a continuación se hace por Dn Fran.co Fernz Quintanilla su cura: Digo: que atento a constar a su Illma. la necesidad de nueva Ig. a por lo que reconoció quando administró en la dicho lugar el s.to sacramento de la Confirmación. Dava y dio liz.a a dicho cura para que pueda hacer y haga la referida obra empleando en ella los caudales y efecto de su Fábrica que fuesen necesarios además de los que se obligan a contribuir los vec.os y com. por un tanto, o a jornal, como juzgare mas conveniente con maestro de su satisfacción reuniendo fianzas abonadas y llevando quenta y razón para darla en Visita o antes, si por su Illa.

Y así fue autorizada la construcción de la nueva iglesia, siendo tres años más tarde cuando quedaría finalizada e inaugurada.

Crónica de la inauguración de la iglesia de Huertapelayo (3 al 5 septiembre de 1747) 
En lugar de Huerta Pelaio de mil set.os y quarenta y siete, en tres de sep.bre de dicho año. Yo don Fran.co Fernz de Quintanilla cura prop. De la Vª de Armallones, y desde referido lugar. En virtud de la Comisión anterior del Ilmo. Sr Don Jph. A la Iglesia Viexa de dicho Lugar y tomado capa Pluvial con Avusencia de Dn. Thomás Alonso Quintanilla y Dn Antonio Ursain Vestidos de Diáconos, se formó la Procesión con mucho número de sacerdotes y demás Concurso, pasé a la Iglesia nueva y se bendixo con todas las Ceremonias del Ritual Romano por de dentro y de fuera; y al punto sin apartarnos Celebramos los otros tres mencionados las primeras misas en sus tres altares, siguiéndose después otras de los muchos sacerdotes, que concurrieron a esta Colocación.

Y cosa de las diez de la mañana se volvió a formar la misma numerosa Procesión para hacer la traslación del SSmo y de los demás Santos de cual salió de la Igleisa nueva hasta la Igª Vieja, y su Mag.d se depositó en la Custodia Rica que para esto nos franqueó el Sr. cura de Zaorejas y los demás santos en sus Andas compuestas con la mejor decencia. Celebró esta traslación el Sr. Dn. Antonio Fernz de Quintanilla canónico de la Sta. Iglesia Cath.l de Sigüenza y Diáconos Dn Andrés García Comisario de la Sta Inqu.on de Cuenca nat.l de esta Vª de Armallones y su sobrino Dn Antonio Ursain, a cuya función asistieron de sobre pelliz Dn Baltasar Antonio Ruiz cura de Zaorejas, Dn Manuel Queipo de Llano cura de Poveda, Dn Félix de Sicilia cura de Paracuellos, Dn Fran.co Utrilla cura de la Huerta Hernando, Dn Juan Novella cura de Sailizes, Dn Fran.co Machin cura de Sotodosos, estos tres del obispado de Sigüenza, Dn Juan Antonio de Villar de Ollaia, Dn Thomas Alonso Quintanilla, Dn Manuel Alonso Quintanilla cura de Mexina, Dn Vicente Escribano theniente de Canales, Dn. Diego Martínez theniente de Zaorejas, y otros muchos clérigos y sacerdotes religiosos los cuales y todos los demás del Concurso con velas encendidas, se llegó a la Iglesia nueva donde en un trono compuesto con el mejor aveo en el Altar mayor se colocó su Mag.d patente y los demás Santos en sus nichos y retablos corresp.tes; se celebró la primera Misa Solemne, que dixo el dicho Sr. Dn. Antonio Quintanilla en la que predicó el mencionado Dn Juan Antonio de Villar de Ollaia y a la tarde en muestra de su Regocixo, dio el Lugar a todo el Concurso una Caridad de pan, vino y queso; y después a cosa de las tres de la tarde Representó la Vª de Zaorejas por empeño de su cura una Comedia mui del caso, en la que explicaron su afecto y abilidad. El día quatro siguiéndose la función dixo la missa mayor el Sr. Dn. Balthasar Antonio Ruiz Cura de Zaorejas, predicó en ella el Lc.do Dn Thomas Alons Quintanilla opositor a los curatos de Sigüenza; huno por la tarde la misma función de Caridad y Coedio que representó con gallarda emulación la Villa de Armallones.

El día cinco celebró la missa el Sr. Dn. Man.l Queipo de Llano cura de Poveda de la Sierra en la que predicó el Lic.d Dn. Manuel Alonso Quintanilla cura de Mexina; y aquella tarde se concluió toda la función con una Corrida de Novillos y muerte de una Vaca, y para que conste, y aia memoria de esta función lo firmé yo el dicho cura de Armallones y Huerta Pelayo t a seis días del mes de sep.bre de dicho año.

Fran.co Fernz de Quintanilla.

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Nueva iglesia de Huertapelayo



EL TERREMOTO DE LISBOA


Pero pocos años después el regocijo del pueblo de Pelayo se vería turbado por una gran catástrofe. A las nueve y media de la mañana del día 1 de noviembre de 1755 aconteció un gran terremoto en el océano Atlántico a 300 km de la capital portuguesa, lo que se conocería como el Terremoto de Lisboa de 1755. Este terremoto causó la muerte de entre 60.000 y 100.000 personas y tuvo la larga duración de 10 minutos, siendo su magnitud de entre 8,7 y 9 puntos en la escala de Richter. Este gran cataclismo causó que cientos de grandes rocas se precipitasen desde las cumbres de las montañas y cortados del Tajo en el entorno de Huertapelayo y Armallones. Cualquiera puede ser testigo de esta prueba si entra al primero desde la Vega o si va al Hundido de Armallones. Puede que fuese entonces cuando los pelayos decidiesen colocar unas losas bajo la Piedra de la Cadena para evitar que esta en algún otro momento cediese hacia el pueblo, aplastando donde se encontraba la antigua iglesia. Cuentan las voces románticas armalloneras que las piedras que cayeron en el entorno del Hundido de Armallones sepultaron un monasterio de la Orden del Temple.

Principió por un ruido grande subterráneo, acompañado de un estremecimiento violento de los edificios, como otros temblores, que hemos padecido, y esto duraría como un minuto. Habiendo flojeado por breves instantes, repitió el ruido mucho más espantoso, siguiéndole un movimiento de ondulación, o hacia un lado, y otro de todas las paredes, que fue agrandando cada vez más, y en su mayor fuerza se cambió en otro movimiento, que hacía levantarse la tierra hacia arriba, y con ella saltaban las más fuertes torres y edificios.” Jacobo del Barco

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Hundido de Armallones

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